En esta casita sumamente humilde, en condiciones verdaderamente lamentables,
viven nuestros amados pastores  Raymundo
Socorro y Anelis Batista.

El servicio a Nuestro Señor implica pagar un precio
grande, pero trae sus bendiciones.

Dios bendiga la obra de ambos, Dios bendiga a su
familia,  a la iglesia Los Hijos del Rey, que aún sin
tener un ¨templo de verdad¨ Dios se manifiesta
entre nosotros y nos anima a vivir cada día. 

Padre Celestial, escucha nuestro clamor: bendice nuestras
finanzas casi inexistentes, permite que pueda
terminarse la construcción de la casa pastoral,
permite que algún día tengamos nuestro templo,
para celebrar las manifestaciones infinitas
de tu Presencia, tu Gloria y tu Amor eterno. Aleluya!