jueves, 28 de febrero de 2013

LOS HIJOS DEL REY
Deberes cristianos
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios,

que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,

agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os

conforméis a este siglo, sino transformaos por medio

de la renovación de vuestro entendimiento, para que

comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable

y perfecta. Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual

que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto
de sí que el que debe tener, sino que piense de sí
con cordura, conforme a la medida de fe que Dios
repartió a cada uno. Porque de la manera que
en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos
los miembros tienen la misma función, así nosotros,
siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos
miembros los unos de los otros. De manera que,
teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es
dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida
de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña,
en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación;
el que reparte, con liberalidad; el que preside,
con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
                                            ROMANOS 12: 1-8




La iglesia pentecostal Los hijos del Rey está ubicada provisionalmente
en la zona del reparto La Aduana, municipio de Holguín, provincia de Holguín,
Cuba.
Este blog pretende ser un espacio en Internet para que las personas puedan tener
acceso a información acerca de nuestro Padre Celestial, su hijo unigénito
el Señor Jesucristo, el Espíritu Santo, así como ser una vía para la divulgación
de las actividades que realiza la iglesia.
Dios le esté bendiciendo mucho ahora, en el nombre de Jesús!


Mi Dios Amado, Padre Celestial, Rey de reyes,
Hermano Supremo, mi mejor amigo, dirijo
mis oraciones a ti, porque yo sé que siempre
me respondes, en todo tiempo, en cualquier
circunstancia, en el lugar donde me encuentre,
y aún cuando no recibiera la respuesta
que quiero, la señal que supuestamente
necesito, te seré fiel, te glorificaré y cumpliré
tus mandamientos, porque solo tú sabes
en realidad cuál ha de ser mi recompensa
o mi amonestación, y cuándo estoy
verdaderamente preparado para merecer
tu mano sobre mi hombro, tus dedos
amorosos en mis sienes, la gloria de recibir
a tu Hijo y al Espíritu Santo, Padre mío. Amén!