viernes, 15 de marzo de 2013

Dios es amor
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios.
Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que
Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado
a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo
en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha
amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros,
Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado
en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él,
y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado
al Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese
que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él,
y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor
que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; 
y el que permanece en amor, permanece en Dios,
y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor
en nosotros, para que tengamos confianza en el día
del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este
mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto
amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí
castigo. De donde el que teme, no ha sido
perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él,
porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo
a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.
Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto,
¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
Y nosotros tenemos este mandamiento de él:
El que ama a Dios, ame también a su hermano.

1 Juan 4: 7-21




No hay comentarios:

Publicar un comentario